*Se establece un nuevo tipo penal para la persona que de forma intencional cometa negligencias que produzcan la afectación de pacientes por productos infectados.
A propuesta del senador Fernando Mayans Canabal, el Pleno del Senado de la República aprobó modificaciones a la Ley General de Salud, a fin de garantizar la seguridad sanguínea, su disponibilidad oportuna, y la protección de los donantes y de los receptores de sangre.
La reforma propuesta por el legislador de Tabasco, fortalecerá la regulación, el control y la vigilancia sanitaria de la sangre, es decir, tejido hemático con todos sus elementos.
En tribuna, el legislador por Tabasco explicó que el objetivo es garantizar que la distribución de sangre y sus componentes sea equitativa y se dé prioridad a las instituciones públicas del Sistema Nacional de Salud.
Además, dijo, la sangre deberá ser sometida a las pruebas que determine la Secretaría de Salud, de acuerdo con los estándares internacionales de calidad y seguridad sanguínea, a efecto de disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades por transfusión.
Fernando Mayans destacó que también se logró la creación del Registro Nacional de Sangre y de Células Troncales, el cual estará a cargo del Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea para integrar y mantener actualizada la información relativa a la disposición de sangre y sus componentes.
La reforma prohíbe la introducción al país de sangre o sus componentes con fines de procesamiento para la obtención de hemoderivados, sin permiso de la Secretaría de Salud.
Y castiga a quien lo haga con prisión de uno a cinco años y multa por el equivalente de diez a ciento veinticinco días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate.
Además establece un nuevo tipo penal para cualquier persona que, teniendo como actividad principal el manejo y/o procesamiento de sangre, de forma intencional cometa negligencias u omisiones que produzcan la afectación de pacientes por productos infectados.
Este acto, informó el Senador del PRD, será castigado con prisión de uno a dos años y multa por el equivalente de ocho mil a diecisiete mil días de salario mínimo general vigente.
“Estas medidas constituyen un avance importante en materia de seguridad sanguínea, de conformidad con los compromisos internacionales de nuestro país en la materia y con el objetivo principal de alcanzar mejores niveles de vida y salud de la población mexicana”, destacó el tabasqueño.
Finalmente, Mayans Canabal explicó que quedaron especificados los lugares encargados de la disposición de la sangre y sus componentes y de células troncales, asignándoles la responsabilidad de la seguridad transfusional a quienes la lleven a cabo.