El Sureste es la región de México, con las peores condiciones socioeconómicas, ya que incluye a los estados más pobres del país , con baja productividad y alto índice de marginación social . Sin embargo, en los últimos años, entidades federativas como Quintana Roo y Campeche presentaron mejores condiciones de vida al obtener un PIB per cápita superior de 20 mil pesos con respecto a los demás de la región; mientras que Tabasco registró un PIB per cápita de 8 mil quinientos pesos. Si bien es cierto que el modelo económico neoliberal ha multiplicado la desigualdad y pobreza en México, los últimos gobiernos de Tabasco han llevado a la entidad en los últimos lugares del desarrollo nacional.
Nuestro estado es ejemplo de un modelo económico desigual. Sin embargo en algunos periodos de su historia se caracterizó a nivel nacional por ser gran productor en materia agrícola (plátano, pimienta, cacao) agropecuaria y por la explotación de los recursos petroleros, lo que le permitió convertirse en territorio estratégico para le economía mexicana, y que junto con Campeche aportan más del 60 por ciento del PIB nacional por concepto de la extracción petrolera, pero a pesar de tener éstos recursos cruciales el beneficio no se refleja en el interior de su territorio existiendo grandes desigualdades sociales.
La economía tabasqueña se cimenta en la industria petrolera la cual es un factor de desarrollo nacional, pero los gobernantes locales dependen de ella y no han tenido la voluntad de buscar nuevos caminos productivos. Debemos pensar en el futuro de los niños y jóvenes porque los recursos naturales de nuestro estado algún día se agotaran. Mientras esto suceda, es aquí en el sureste, donde están las plantas hidroeléctricas y que gracias a ellas muchos mexicanos consumen energía eléctrica. Tabasco se ubica geográficamente cerca de las plantas y no sólo recibe altas tarifas de luz, sino ha sido sacrificado por el manejo irresponsable de las presas provocando severas inundaciones. Es aquí en Tabasco donde se explota el petróleo y gas, los cuales nuestro país obtiene altos ingresos, pero es aquí en Tabasco donde no se respeta los sistemas ecológicos, pero eso si tenemos alto índice de suicidio, alta marginación social, desempleo y una alarmante impunidad.
Por otro lado, en los últimos años, nuestro Estado se encuentra totalmente estancado en todos los aspectos de la vida pública. Hoy enfrenta una debacle en los indicadores de salud, educación, empleo y del ingreso familiar provocando que la población tabasqueña descienda en sus niveles socioeconómicos y por tanto en su calidad de vida. Situación que ha generado el aumento del desempleo, comercio informal, pobreza alimentaria, fenómenos migratorios, inseguridad pública, la falta de oportunidades a los jóvenes y una evidente pobreza.
Las catástrofes meteorológicas como las inundaciones han puesto de relieve la necesidad de construir un Plan de Desarrollo Integral que no sólo evite inundaciones, sino que garantice la tranquilidad y seguridad de los miles de tabasqueños que sufrimos la irresponsabilidad de instituciones y funcionarios que impulsan políticas públicas inadecuadas. La falta de voluntad política y el poco interés de servir a Tabasco y a los Tabasqueños han hecho de la entidad un saqueo despiadado de los recursos públicos, una disputa por el poder y el de mantener pocos resultados en política social, educativa, seguridad económica y ambiental.
Frente a este escenario desconsolador, estamos a tiempo de que construyamos un mejor destino para México y Tabasco y el de consolidar un cambio verdadero para legislar con seriedad con una verdadera rendición de cuentas. Es el momento de tener acciones legislativas que respalden a las mayorías y nos garantice la seguridad.
Con el voto ciudadano tengo el enorme interés de servir a los tabasqueños y mexicanos para representarlos en el Senado de la República. Hemos luchado contra la desigualdad social, el abuso de poder, e inoperancia de nuestros gobiernos. Como Diputado Federal y Local promoví leyes acordes con las necesidades sociales. Legislaré conforme a los principios de justicia, respeto y sensibilidad social. En Tabasco debe reinar la paz y prosperidad con una nueva forma de hacer política.