La Tuberculosis es uno de los padecimientos más antiguos de la humanidad, es una enfermedad infecciosa y sigue siendo una de las principales causas de mortalidad. Afecta principalmente a los grupos vulnerables donde predomina la marginación, la pobreza, la desnutrición y el hacinamiento.
En 2013 según cifras de la Organización Mundial de la Salud, 9 millones de personas enfermaron de tuberculosis, de las cuales, aproximadamente 1.5 millones de ellas murieron a causa de este mal. El 95% de las defunciones se registraron en países de bajos ingresos.
De acuerdo al Perfil Epidemiológico de la Tuberculosis en México, la Secretaría de Salud indica que en 2010 hubo un promedio de 15 mil nuevos casos, de los cuales, 2 mil personas fallecieron por este mal.
Con relación a la mayor tasa de incidencia en las entidades federativas se destacan las cifras reportadas en Baja California, seguido de Tamaulipas, Nuevo León, Nayarit, Guerrero y Chiapas. Por lo que respecta a nuestro querido estado, Tabasco ocupa el décimo octavo lugar.
A nivel internacional se constituyó el Frente Parlamentario de Tuberculosis en las Américas integrado por más de 1,200 parlamentarios de más de 100 países cuyo objetivo es transformar la respuesta a esta enfermedad, a través de intervenciones a nivel nacional, regional y mundial. Uno de los compromisos de los legisladores es que cada uno de los países de la región desarrolle o actua- licen el Plan Estratégico Nacional contra la Tuberculosis para poner fin a este mal.
En ese sentido es importante hacer un llamado a todos los ámbitos estatales y federales; sociedad civil organizada y toda la ciudadanía para no bajar la guardia, trabajar juntos y redoblar esfuerzos para seguir combatiendo de manera franca y decidida esta epidemia. Y más aún cuando una de las acciones a emprender es construir sistemas de salud robustos que contribuyan a poner fin a dicha enfermedad. Bajo estos esquemas juntos lograremos avanzar hacia una vida plena, saludable, y libre de tuberculosis. No hay mayor riqueza que nuestra salud, cuidémosla.